1. Sin duda alguna se puede llegar a Dios directamente, pues no hay
ninguna distancia entre Él y Su Hijo. La conciencia de lo que Dios es se
encuentra en la memoria de cada uno y Su Palabra está impresa en el corazón de
todos. No obstante, dicha conciencia y dicha memoria solo podrán traspasar el
umbral del reconocimiento cuando se hayan eliminado todos los obstáculos que se
oponen a la verdad. Mas ¿para cuántos es éste el caso? De ahí el papel esencial
de los maestros de Dios. Y aunque ellos tampoco han alcanzado todavía el
entendimiento necesario, se han unido a otros. Esto es lo que los diferencia
del resto del mundo. Y esto es lo que permite que otros abandonen el mundo con
ellos. Solos no son nada. Pero en su unión reside el Poder de Dios.
2. Hay quienes han llegado a Dios directamente, al haber dejado atrás
todo límite mundano y al haber recordado perfectamente su Identidad. A éstos se
les podría llamar Maestros de maestros porque, aunque ya no se les puede ver,
todavía se puede invocar su imagen. Y aparecerán en el momento y en el lugar en
que pueda ser de utilidad que lo hagan. A quienes su aparición les podría atemorizar,
les dan sus ideas. Nadie puede invocarlos en vano. No hay nadie de quien ellos
no sean conscientes. Son conscientes de todas las necesidades, y reconocen y
pasan por alto todos los errores. Llegará un día en que todo esto se entenderá
claramente. Mientras tanto, ellos les dan todos sus dones a los maestros de
Dios que acuden a ellos en busca de ayuda, pidiendo todas las cosas en el
nombre de ellos y en ningún otro.
3. Es posible que en algunas ocasiones un maestro de Dios tenga una
breve experiencia de unión directa con Dios. Sin embargo, es casi imposible que
en este mundo una experiencia así pueda perdurar. Tal vez se pueda alcanzar
tras mucha devoción y dedicación, y luego conservarse durante gran parte de la
estancia en la tierra. Mas eso es tan raro, que no se puede considerar una meta
realista. Si sucede, bien. Si no sucede, bien también. Todos los estados
mundanos son en cualquier caso ilusorios. Si se alcanzase a Dios directamente
en una conciencia continua, el cuerpo no se podría conservar por mucho tiempo. Aquellos
que han abandonado el cuerpo con el único propósito de ser de ayuda a los que
aún están aquí son en verdad muy pocos. Y ellos necesitan ayudantes que aún se
encuentren en cautiverio y que aún estén dormidos para que con su despertar
pueda oírse la Voz de Dios.
4. No te desesperes, pues, por causa de tus limitaciones. Tu función
es escapar de ellas, no que no las tengas. Si quieres ser oído por los que
sufren, tienes que hablar su lengua. Si quieres ser un salvador, tienes que
entender de qué es de lo que hay que escapar. La salvación no es algo teórico. Examina
el problema, pide la respuesta y, cuando te llegue, acéptala. No tardará mucho
en llegar. Se te proveerá de toda la ayuda que estés dispuesto a aceptar, y
toda necesidad que tengas será satisfecha. Por lo tanto, no nos preocupemos
demasiado por objetivos para los que todavía no estás listo. Dios te acepta en
el nivel en el que estás y te da la bienvenida. ¿Qué más podrías desear, cuando
esto es todo lo que necesitas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario